Este 21 de febrero quedará marcado como un día triste para nuestra Hermandad. Con profundo pesar, lamentamos el fallecimiento de nuestro hermano D. Rafael Vélez Díaz, quien dejó una huella imborrable en la historia de nuestra corporación y en todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerle.
Rafael dedicó su vida a la música y a nuestras tradiciones, contribuyendo de manera destacada al engrandecimiento de nuestra Hermandad. Su vinculación con el canto comenzó desde joven, formando parte del coro polifónico de la Iglesia del Rocío de Huelva bajo la dirección de Fray Eloy Rivas. Más tarde, también destacó en el mundo del carnaval con la agrupación La Playa de la Gilda, que cosechó importantes éxitos.
En 1992, la Hermandad confió en su talento y experiencia para relanzar su coro, iniciando una etapa de gran esplendor en la que se lograron numerosos hitos, como la grabación de siete discos y la participación en la Misa Pontifical de Pentecostés en la Aldea del Rocío, un privilegio que por primera vez correspondió a nuestra Hermandad.
Más allá de su legado musical, Rafael fue un hombre de fe, siempre comprometido con nuestras tradiciones y con un amor inmenso por la Virgen del Rocío. Tras su etapa en nuestro coro, continuó su trayectoria musical fundando su propia formación y dirigiendo el Coro de Campanilleros de la Virgen de la Cinta, al que entregó su arte y dedicación hasta el final.
Hoy nos queda su recuerdo, su ejemplo y su música, que seguirán vivos entre nosotros. Nos unimos al dolor de su familia y amigos, elevando una oración por su eterno descanso, con la certeza de que ya goza de la presencia de nuestra Madre, María Santísima del Rocío.
Que la Virgen lo acoja en su regazo.