Ahora si, ya no queda nada, la hermandad  de Huelva ha entrado en la recta final de este curso rociero, ya faltan pocos días para ese jueves que se viste colorido y derrocha alegría  todos los años cuando la hermandad empieza su caminar por las calles de Huelva para peregrinar hasta la Blanca Paloma.

     Atrás quedan los sorteos de carros tradicionales, charres, manolas y tractores que junto con los caballista y peregrinos de a pie conformaran esa inmensa caravana que atraviesa nuestra ciudad llena de alegría colorido y devoción hacia la virgen del Rocío. 17, 18 y 19 de este mes de Mayo fueron los elegidos para los sorteos, que como siempre congregaron una multitud de hermanos en el patio de la hermandad, reviendo un año mas esos momentos de reencuentro y con la emoción de saber cual es el lugar en la caravana que ocuparas con tus amigos, familia o reunión.

     No han cesado los sonidos de los últimos sorteos, cuando el día 21 ya estamos metidos de lleno el  Pregón de este 2011 que como viene siendo habitual se celebro en el Gran teatro de Huelva, corrió a cargo del rociero de Bollullos del Cdo. Manuel Moreno Díaz y fue presentado por NH Camilo Gómez Cruz.

     El escenario del Gran Teatro, perfectamente engalanado, estaba presidido por el Simpecado, sentados un buen número de rocieros que esperaba la exposición del pregón. La elección de Manuel Moreno fue una ilusión y un deseo de siempre de nuestro hermano mayor Francisco Zambrano, siempre pensó que si algún día llevara por los caminos a nuestro simpecado este amigo seria el pregonero de ese año tan especial para el.

     Todo este acto fue intercalado por las intervenciones musicales de María Ángeles Pérez, Miguel Ángel Silva, Tomás Rivas y Luis Miguel Robles que llenaron el Gran Teatro de maravillosos sones rocieros.

     La noche termino con la tradicional caldereta rociera en honor al pregonero que se celebro en un conocido salón de celebraciones de nuestra Capital en un gran ambiente rociero hasta bien entrada la madrugada.

     Próxima parada Nuestra Madre del Rocío, lugar esa aldea almonteña donde la Blanca  Paloma tiende su manto a todos los rocieros de buena fe y devoción.