Ya habíamos comentado en una entrada anterior que nos esperaba una frenética semana esta del puente de la Inmaculada y por supuesto no ha sido para menos. Hasta el mismo día 7 de Diciembre seguían los trabajos en nuestra Capilla para el gran acontecimiento del 8 de Diciembre, día de la Inmaculada Concepción y 22 años después de la inauguración de nuestra casa de Hermandad en su ubicación actual, la bendición del nuevo Retablo que acogerá a partir de ahora a nuestro Simpecado.

     Pero vayamos por parte; el día 7 se celebró, como ya es habitual,  la misa de la Vigilia de la Inmaculada con la tradicional imposición de medallas a los nuevos hermanos, y como siempre nos alegramos de la buena salud de nuestra hermandad ya que fueron muchos los que se incorporaron a ella y principalmente niños y jóvenes que serán el futuro de esta.

     La misa fue celebrada por nuestro Capellán D. José Antonio Sosa y acompañada en los cantos por el Coro de nuestra Hermandad. El lugar elegido para la Eucaristía fue la improvisada capilla en el Salón de hermanos de nuestra Casa que ha estado acogiendo todos los rosarios y demás acontecimientos desde el comienzo de las obras y que quedara para la historia como un nuevo lugar de acogimiento, rezo y culto, aunque sea temporal, a nuestro Simpecado.

     Siempre un bonito día este de la imposición de medallas que atrae a nuestra casa numerosos hermanos y familiares y que llenan de vida y alegría nuestra hermandad.

     Y llego el día grande que hace tiempo tantos esperábamos, después de tres años de trabajo por fin se ve culminado este gran proyecto que refleja parte de nuestra historia, de nuestros sentimientos, y por supuesto, nuestra fe y devoción mariana. En este día se veía colmado el deseo de muchos hermanos y de esta Junta de Gobierno, que desde un principio apostó por ello, de que nuestro Simpecado estuviera acogido dentro del camarín de un retablo acorde con lo que representa para todos nosotros.

     Así el día 8 de Diciembre, como hemos dicho fecha histórica a 22 años de la inauguración de nuestra casa de Hermandad, otro gran proyecto tenia lugar, la misa para la inauguración y bendición del nuevo retablo y camarín que ha de acoger a nuestro bien mas preciado, el Simpecado de nuestra Hermandad, y que corrió a cargo del obispo Huelva, José Vilaplana, y donde se dieron cita, Rocieros, antiguos hermanos, devotos, miembros de la junta directiva, representantes de la vida social, medios de comunicación e instituciones onubenses.

     Toda una apuesta de los que dirigen los destinos de nuestra hermandad en esta etapa y en la que han colaborado muchos hermanos desinteresadamente para ver culminada esta obra que será un nuevo legado que se dejara a las futuras generaciones.

     Todo esta preparado, el coro como novedad era acompañado con, además de los habituales instrumentos, por flauta, teclado y chelo. Una carpa instalada en el patio cubría la totalidad de este y servia de prolongación de la capilla en previsión de la asistencia de personas, como así fue, un lleno total, y la capilla totalmente remodelada con lámparas nuevas, focos, pinturas de otro color, una pequeña reja alrededor del retablo etc.. hacían de nuestra capilla un nuevo lugar de culto distinto pero con aires de la historia de nuestra hermandad y nuestra ciudad ya que está inspirado en aquel que se dejo hace 50 años en la Parroquia de San Pedro y que acogió durante muchos a nuestro Simpecado y que vuelve al origen y la tradición de aquel que se inauguró en 1919.

     Como hemos dicho, un día histórico que permanecerá en la mente de todos los que allí estuvimos.