Había terminado la Función Principal y cientos de Hermanos y fieles esperaban en la puerta de la Parroquia del Rocío la salida de nuestro Simpecado. Dentro se organizaba el protocolo de la procesión que acompañaría al Simpecado durante el trayecto, un total de ocho insignias y numerosos representantes de hermandades que ya habían tenido presencia durante la Función Principal, la Hermandad de la Cinta, la Hdad. del Rocío de Punta Umbría, la filial de Huelva de Montemayor y Nuestra Señora del Rocío de Emigrantes así como representantes del Consistorio Municipal.

     Sobre las 21:30 horas sale por las puertas de la parroquia el Guión de Camino y a continuación todo el resto del protocolo, en el momento de la aparición del simpecado el Coro de la Hermandad del Rocío de Huelva que esperaban en el lateral irrumpió en sevillanas ante la presencia de numeroso público. Precisamente las sevillanas serían una de las características más singulares durante todo el recorrido.

     El cortejo, que iba organizado por miembros del grupo Joven de la Hermandad, se dirigió desde la parroquia por la avenida Federico Molina hasta la calle San Marcos donde esperaban a las puertas de la casa de Hermandad de La Fe miembros de su Junta de Gobierno y su coro que interpretó la Salve “Olé, Olé”. No falto durante el recorrido por esta larga calle que atraviesa viaplana los cantes por sevillanas desde los balcones o a pie de calle, las bengalas que iluminaban el Simpecado, y todo el tiempo acompañado por los sones de flauta y tambor de  los tamborileros de la Hermandad. Ya junto a nuestra casa el Simpecado recibiría una gran petalada desde la casa de una hermana de la Hermandad.

     Ya en la puerta de nuestra Capilla se le canto la Salve por parte del Coro y de todos los asistentes y dio comienzo la velada de convivencia que duró hasta altas horas de la madrugada con una gran asistencia, buen ambiente y mucho cante por parte de los hermanos asistentes.
¡¡Noche mágica de principio a fin!!